Restauración del Sol de Ocaña

- NUEVO OBJETIVO -

En la primera semana superamos el objetivo y la restauración del sol ya es posible gracias a vosotros. ¡PERO LA CAMPAÑA SIGUE!

Si llegamos a 9.000€ podremos seguir restaurando el conjunto de la Asunción Gloriosa y otros angelitos que forman parte del conjunto. Todavía quedan algunas recompensas: ¡Pin, Camisetas, Cuadros originales de Ocaña y Risografías!

EL VERANO DE 1983, OCAÑA SALIÓ A LA CALLE VESTIDO DE SOL...

*¡Ay!, se fue, se fue vestida de día.
¡Ay!, se fue, se fue vestida de Sol.
¡Ay!, se fue, las malas lenguas decían

que el fuego la prendería,

el fuego del corazón.*

Así canta Carlos Cano su Romance a Ocaña, un homenaje a ese "torbellino andaluz en las Ramblas de Cataluña" que murió tras incendiarse el disfraz de Sol que lucía en un pasacalles por su pueblo, Cantillana.

Un vestido hecho de cintas de colores con un enorme sol de papel maché como estandarte que escondía una bengala. Cuando Ocaña la prendió, una chispa incendió la malla sintética del vestido, causándole quemaduras por todo el cuerpo. Este accidente, unido a una enfermedad que arrastraba desde hacía tiempo, acabó provocándole la muerte el 18 de septiembre de 1983.

Con Ocaña desaparecía, como dijo Enric Majó, "el espíritu del 75 que transformó las Ramblas de Barcelona en un espacio de libertad".

*Quiero besar tus pisadas,

pues tus pinturas son sagradas.
¡Que el Sol se llevó a Ocaña

por las calles de Cantillana!*
(Fragmento de Oda a Ocaña, de Pepe Oliva)

¡ENTRE TODOS RESTAURAREMOS EL SOL DE OCAÑA!

Después del accidente, el disfraz de Sol quedó en muy mal estado: si bien el vestido de cintas ardió por completo, el fuego no llegó a quemar el estandarte, pero recibió golpes que partieron algunos rayos y le dejaron desperfectos en ambas caras. El palo que servía para llevarlo y las cintas que colgaban de las puntas también desaparecieron.

El paso de los años ha agravado el estado general de la obra, que corre el peligro de desaparecer, como ya pasó con su Virgen del Rocío y con la Macarena.

Desde 1983, el Sol se ha expuesto únicamente dos veces: en el Mercat de les Flors (1999) y en La Rosa del Vietnam (2008). En ambas ocasiones, se mostró en mal estado. Hoy, el deterioro de la obra hace imposible que se pueda volver a exponer sin poner en peligro su integridad. Sólo si logramos el objetivo de esta campaña, el Sol podrá ser expuesto de nuevo y volver a entrar en el circuito artístico, pudiendo mostrarse en los museos con los que estamos en contacto.

Con vuestras aportaciones vamos a restaurar el Sol de Ocaña, una intervención indispensable para frenar su degradación y permitir que se pueda volver a exponer, como hicimos en 2014 con el conjunto de la Asunción Gloriosa, que tras la restauración se ha podido ver en España, Brasil y Alemania.

Los 3.500€ que se necesitan van destinados íntegramente a la restauración de la pieza. Esta cantidad incluye la intervención, el transporte, la caja de conservación hecha a medida y las recompensas exclusivas que hemos creado para todos los mecenas. Si superamos el objetivo, el resto del dinero irá destinado a la restauración de otras figuras de Ocaña.

Actualmente, el Sol se conserva en Barcelona, donde será restaurado por un profesional del sector que ya ha trabajado anteriormente con otras obras de Ocaña. Conoce al artista y la técnica a la perfección y confiamos en él para llevar a cabo esta delicada intervención. Pero la restauración sólo se podrá hacer si conseguimos el objetivo de este micromecenazgo, por este motivo, hemos preparado diferentes recompensas para premiar vuestras aportaciones. Podéis ver la lista completa en la parte izquierda de esta página. En función de la cantidad que aporte cada persona, podremos ofrecerle unas recompensas u otras. Pins, camisetas, dibujos originales con certificado de autenticidad, incluso figuras de papel maché hechas por el propio Ocaña...

RECOMPENSAS

Aquí tienes el listado con TODAS las recompensas que puedes conseguir en función de la cantidad que quieras aportar para la restauración del Sol de Ocaña:

¡Participa ahora y reserva tu recompensa antes de que se agoten! Hemos creado unas recompensas únicas y en exclusiva para este crowdfunding (pins, camisetas...), y también obra original de Ocaña (dibujos, acuarelas, figuras de papel maché, poemas, libretas...), así como obra de otros artistas de espíritu ocañí.

FASES DEL PROYECTO

Hemos querido hacer coincidir el inicio de esta campaña con el aniversario de la muerte de Ocaña. Su duración es de 40 días. Una vez alcanzado el objetivo de 3.500€, iniciaremos el proceso de restauración (limpieza, consolidación y reintegración matérica/pictórica y reposición/recreación de las cintas de papel/color que componían la obra originalmente), que tiene una duración aproximada de 60 días. En paralelo a esta intervención, se fabricará una caja a medida para su transporte y conservación. Según esta previsión, calculamos que el Sol estará listo a finales de diciembre.

ENTREGA DE LAS RECOMPENSAS

Tras ser restaurado, confirmaremos la fecha y lugar exactos en los que se hará la exposición del Sol en Barcelona y haremos entrega de las recompensas a toda la gente que haya colaborado y que ese día pueda venir a celebrarlo con nosotros. Los mecenas que no puedan personarse a recogerlas, las recibirán por correo postal. Los gastos de envío en territorio español están incluidos en todas las recompensas, excepto en los packs Simpecado, Adoratriz y Beatificación exprés, que irán a cargo del mecenas.

BIOGRAFÍA DE OCAÑA

José Pérez Ocaña (Cantillana, 1947 - Sevilla, 1983), más conocido como Ocaña a secas, fue un artista total. Su imagen y el personaje que hizo de sí mismo son parte de su aportación artística junto a sus pinturas, esculturas e instalaciones y altares. Le fascinaba intervenir, a menudo travestido, en los espacios públicos con provocativas y contestatarias performances. En su vida y en su obra proyectaba su sexualidad disidente, su pasión por los rituales populares andaluces relacionados con el catolicismo y sus estrategias para participar en ellos transformándolos. Si bien Andalucía impregna toda su obra, el grueso de su producción artística se desarrolló en Barcelona, entre 1973 y 1983, convirtiéndose en uno de los referentes del underground barcelonés y de la escena contracultural española. La película Ocaña, retrat intermitent, de Ventura Pons, lo catapultó a nivel internacional como una icona de la España de la Transición. En 1983, murió tras sufrir un aparatoso incendio disfrazado de Sol.

SOBRE NOSOTROS

Pere Pedrals i Portabella (1978) es conocido por su labor al frente de la galería La Rosa del Vietnam (2008-09), un espacio que visibilizó la obra de artistas tan dispares como Ocaña, Violeta Gomez o Dalí Junior. Investiga y gestiona el arte hecho en Cataluña durante el Tardofranquismo, la Transición y la "Normalització". Cabe destacar que desde 2007 viene compilando el Archivo ocañí.

Rubén Gutiérrez (1990) es asesor de campañas de crowdfunding desde 2012. Ha colaborado en más de 200 como asesor y mecenas. Se declara un ferviente admirador de la obra de Ocaña y participa en esta campaña como creador junto a Pere Pedrals.

LO QUE HAN DICHO DEL SOL...

Pedro G. Romero (artista y curador):

Ocaña, que pasa el verano en Cantillana, su pueblo natal, decide celebrar a la más “vieja de todas las viejas” (¡ah!, la doña, la dama, la santa muerte...) de su pueblo y organiza un pasacalles con toda la chavalería. Se disfraza de gato-sol, una de sus últimas obsesiones figurativas –como en la diosa egipcia Bastet, el gato te protege de los efectos destructivos del sol-, con el rostro pintado con un paisaje de Cantillana y un enorme sol como estandarte. La reluciente comitiva se accidenta y unas béngalas prenden fuego al traje de Ocaña. Convaleciente en su casa, pregunta al fotógrafo: "¿Nene, me habrás hecho buenas fotos cuando estaba ardiendo, no?". A resultas de estas quemaduras acabará falleciendo el 18 de septiembre de 1983. Verdadero Ano solar, según entendía Georges Bataille, el episodio anecdótico de la muerte de Ocaña, su accidente, toma forma de alegoría: el sol, la muerte, los niños, el carnaval, el fuego. Enfermo de sida y sin saber propiamente de su afección de la misma manera que el fuego no puede hacer otra cosa que arder. No hay eclipse. Los pueblos escandinavos hacían arder a sus muertos para que entraran en el más allá como estrellas. Para Bataille, el hombre, a diferencia de los animales, tiene el ano escondido detrás de la boca, oculto al sol. Los animales mantienen en el mismo nivel el culo y la boca, por eso el mandril, a punto de erguirse como homínido, señala su culo con aureolas solares. Esa tensión entre el culo escondido, eclipsado, que busca ponerse de boca, cara al sol, ese aliento místico que eleva hacia las alturas no ya el espíritu sino el mismo cuerpo, evoca necesariamente la destrucción. Es extraño atender como encaja la noticia al pie de un sucedido, el accidente que provocó la muerte de Ocaña, con la dimensión mitológica exigida por Bataille. El Ocaña procesional encuentra al fin su estandarte.

Paul B. Preciado (filósofo y curador):

El accidente de Ocaña-sol reproduce, entre una turba de chiquillos asustados, la ignición del cuerpo transgénero escenificada por Margarita* en el Copacabana. Pero, a diferencia de Margarita, Ocaña, como ya lo había hecho al llevar el travestismo a las Ramblas, ha sacado la performance de los límites teatrales. Nada puede controlar el fuego. Lo que arde, como lo que actúa, es la vida misma.

(Nota: Margarita aparece en un fragmento del film Lejos de los árboles, de Jacinto Esteva, que se puede ver al final del vídeo de esta campaña.)

Miguel A. López (investigador y curador):

La diosa Ocaña, teatrera, pintora, activista, aparece en esta acción como lo que representa para las luchas mariconas, las de ayer y las de hoy: un carnaval rabioso, una fiesta popular, una lumbrera inextinguible que sigue resucitando para enseñarnos cómo travestir el futuro.

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