Los colores del tiempo

Carpe Diem. Tempus Fugit…

La idea de disfrutar del presente es una constante desde los inicios de la literatura… Y eso es porque somos una especie de algún modo “atada” al tiempo, al reloj. Siempre haciendo planes, recordando viejos momentos…

Y no me confundáis, está bien hacer planes, tenemos que saber qué queremos, y está bien recordar el pasado para aprender. Lo que no está tan bien es vivir tan intensamente en otro tiempo que nos olvidemos del presente.

Los niños y niñas comienzan a escuchar desde muy pequeños “¿y tú, qué quieres ser de mayor?”. Responde que quiere ser bailarín y es adorable si tiene 3 años, pero no tanto si tiene 12. “Debes hacer algo que te dé de comer, ¿qué tal abogado?, tiene más salidas…”. Y entonces comienza la presión, que va haciéndose cada vez más grande. Sacar buenas notas, escoger con acierto las asignaturas en bachillerato, hablar idiomas, salir con los amigos porque es bueno socializar, pero no demasiado porque te quita tiempo, vestir dentro de los cánones, etc.
“Pero, mamá, yo quiero estudiar artes plásticas”. “¿Pero qué dices?”. Y ahí, con 15 o 16 años ya debes decidir qué camino vas a seguir el resto de tu vida.

Y después llega el trabajo, las responsabilidades, las deudas…

Este cuento es un respiro dentro de esa espiral agobiante.

Entre sus páginas, las/os niñas/os aprenderán a disfrutar mucho más de sus días. Recordarán que su mundo es de color de rosa y que es precioso.

Los adolescentes entenderán que sí, que puede que no les guste su presente, que estén pasando momentos difíciles y no puedan esperar a emanciparse, salir de fiesta, pagar sus cosas… Pero que eso va a llegar, todo pasa, y ya tendrán tiempo para disfrutar esas cosas cuando lleguen, pero ahora han de centrarse en disfrutar las que tienen, de sus amigos, de sus novios o novias, de las fiestas e incluso de los estudios, de los veranos y de los inviernos…

Las cosas no son blancas o negras. Cada día se compone de multitud de instantes, y los hay buenos y malos. Es lo que hay, y eso está bien.

Y los adultos, enfrascados en ese frenesí de cuentas, trabajo, familia... podrán pararse y pensar un momento. Muchos echan de menos la niñez, pero han olvidado que cuando eran niños querían ser mayores, que están cumpliendo uno de los sueños de su infancia y no lo están aprovechando.

Hace tiempo leí una frase que me hizo reflexionar: “El niño que eras, ¿se sentiría orgulloso de la persona que eres ahora?”. Si no es así, ¿a qué esperas? Es momento de hacer lo que de verdad te hace feliz.

Por supuesto que hay que trabajar, pero, si te encanta ir en bici, ¿por qué hace años que no das ni una vuelta a la manzana?

Con lo que te gustaba el cine, ¿por qué gastas más dinero en fundas para móvil que en ir a ver una peli?

¿Y qué hay de los amigos? Nunca es mal momento para quedar a disfrutar de la compañía de alguien que te aprecia.

Un cuento para leer a los niños, para que disfruten en calma los adultos, para meditar, para empoderarse.

¿A qué esperas? ¡Que se te escapa el rosa!

Además, Los colores del tiempo es un cuento bilingüe, está escrito en español y en inglés, para llegar a más gente y para fomentar el bilingüismo de una manera natural mientras disfrutamos de la lectura. <3

Por un lado en español; al darle la vuelta, el mismo cuento en inglés. ¡Es reversible!

Quién soy

¡Hola!

Mi nombre es Luna, tengo 18 años y soy autora e ilustradora de Los colores del tiempo.

Desde siempre he sido una persona muy sensible. A todo. A las situaciones, a la gente, a lo que pensaran de mí y a lo que opinaran de lo que yo pensaba.

Desde muy pequeña me ha gustado pintar, bailar y expresarme (aunque me daba vergüenza exponerme demasiado). He reflexionado a todas horas acerca de todo, y he pasado mis noches de insomnio preguntándome cuál será el propósito de la vida, por qué nacemos, e imaginando cómo será mi futuro.

Cuando estaba en el cole y casi no tenía amigos, estaba deseando pasar al instituto y conocer gente, pero al mismo tiempo me asustaba el cambio. Por eso, aunque era amable, no llegué a abrirme de verdad, al menos los primeros años.

Ya en la ESO, y habiendo pasado una temporada horrible, no podía esperar para empezar bachillerato y comenzar de nuevo. Elegí el de artes escénicas, donde esperaba hacer muchos amigos afines a mí, con mis mismas inquietudes. Y la verdad es que he conocido a gente maravillosa, pero también he tenido experiencias con las que sentía que me rompía un poco por dentro. Eso sí, que nadie se diera cuenta.

Pero llegó un punto en el que me agobié, porque todo el mundo me veía como una persona feliz y alegre, que vivía un poco en su mundo, pero que siempre estaba ahí para el resto y se sentía en paz con su mundo. Y yo no me sentía así, nunca he estado en paz con mi mundo ni conmigo misma. Yo me odiaba, me sentía sola, y me agobiaba pensar que nadie lo veía.

Entonces miré atrás y pensé: no soy como quería ser de pequeña. Me imaginé mirando a mi yo de 7 años y diciéndole: “Mira, sigo igual, te he fallado”. Pero eso no es cierto.

Me di cuenta de que había pasado toda mi vida fuera del presente: anclada con nostalgia al pasado o planeando un futuro que no llegaba porque no trabajaba en él en el presente. Entendí que la persona que soy es el resultado de lo que he vivido, que debía reconciliarme con mi vida y hacer las paces conmigo misma.

Y ahí nació este cuento, que surgió para darme un respiro a mí misma, pero que también puede serlo para otros.

Y, aunque todavía no he logrado amar el presente tal y como es, estoy en ello, que creo que es lo importante. Cualquier momento es bueno para recordarnos que valemos mucho, y este cuento es eso: un recordatorio. Para que cuando sintamos que el mundo nos viene grande, recordemos que no, que es el mundo que hemos construido nosotros, que está hecho a nuestra medida, y podemos comenzar a amarlo y cambiar nuestra forma de percibirlo.

Sobre las recompensas

He preparado con mucho cariño una serie de opciones para que puedas llevarte algo bonito sea cual sea la cantidad con la que quieras ayudarme a sacar adelante este proyecto:

• Para empezar, en todas las recompensas serás agradecido/a con una mención en el libro, además de recibirlo sin gastos de envío (¡aprovecha ahora, que cuando se publique no va a ser así!). Y por supuesto, ofertas por volumen: si quieres dos, te saldrán aún más baratos, y si quieres cuatro, ¡aún más!

• Mi hermano Rubén hace unas fotografías preciosas, y todas las aportaciones altruistas recibirán por email una fotografía con un agradecimiento muy especial.

• He preparado unos marcapáginas preciosos con la portada del cuento, para que te recuerden siempre que seas feliz en el momento presente.

• La protagonista de Los colores del tiempo tiene un globo con forma de corazón, que es mucho más que un globo: es un símbolo de la felicidad. ¿Quieres uno igual?

• Imprimiré láminas con las ilustraciones del cuento para enmarcar y tener siempre presente su mensaje.

• Con mi experiencia en los scouts, tengo recursos y conozco dinámicas y juegos para hacer unos cuentacuentos muy especiales para los niños. Lástima que solo pueda ofrecerlos en Zaragoza y alrededores… ¿Vives en la provincia y te interesa? ¡Consúltame!

• Y si tienes una empresa, te propongo un beneficio mutuo: publicidad de tu empresa durante la campaña, que se difundirá por redes sociales, toda la edición llevará impresa tu logo en la contraportada del libro, y recibirás 4 ejemplares. ¿Interesante, no?

Calendario

El libro se va a ir terminando de editar durante la campaña. Esto significa que estará listo para enviar a imprenta en cuanto recibamos la recaudación conseguida. Aproximadamente un mes y medio después, tendré los libros para poder ir enviándolos a los mecenas, en noviembre. ¡Ideal si quieres hacer un regalo diferente y especial estas navidades!

A qué destinaremos las aportaciones

La cantidad solicitada la hemos calculado de manera que cubra los costes de:

• La edición del libro en color y tapa dura.

• Recompensas y envíos

• Gastos de campaña.

En el caso de sobrepasar la cantidad mínima necesaria (¡ojalá!), invertiremos en una edición mayor y/o mejor.